Manuela Beltrán nació en el siglo XVIII en Charalá, Santander, Colombia en una familia modesta de descendientes españoles que tenían una tienda y fabricaban tabaco. Ella lideró un motín en 1781 contra los impuestos mercantiles en El Socorro, rompiendo un edicto municipal sobre impuestos, lo que desencadenó la revolución de los comuneros. En el siglo XX fue resucitada como un símbolo del nacionalismo prerrevolucionario y considerada la primera heroína de la lucha emancipadora.